Pendientes de porcelana inspirados por la naturaleza y elaborados con nerikomi
Lanzamiento: 1 de junio de 2021
Como sabes, me gusta contarte de donde viene cada una de mis colecciones de joyería con porcelana. Para mí, el proceso creativo que atravieso hasta llegar a crear todas y cada una de mis joyas de diseño es la parte más divertida y, a la vez, la que menos se ve desde fuera.
Los pendientes de cerámica que componen Jana-bira empezaron a gestarse en la pandemia (parece que ya se nos ha olvidado, pero sí, hace unos años vivimos una pandemia mundial). Precisamente ese tiempo en casa me dio la oportunidad de profundizar en el nerikomi, una técnica artística japonesa que ya había llamado mi atención hace algunos años.
Mi acercamiento a la técnica nerikomi en joyería cerámica
El nerikomi me interesa desde hace tiempo, por lo que en 2018 hice un curso específico en Poterry Gym y mi entusiasmo por esta técnica artística creció aún más.
También me di cuenta de que era una técnica a la que había que echarle muchas horas y yo, en aquel momento, con el ritmo frenético del taller, las clases de joyería con porcelana, los cursos de cerámica de fin de semana, la producción de pendientes de cerámica y llevar todo el negocio de venta de joyas de diseño, no encontraba un hueco para ponerme con ella, así que pasaron los años sin volver a tocar el nerikomi. Hasta que en 2020 nos confinaron y, aunque fueron momentos difíciles para todos, tuve la oportunidad de montarme un minitaller en casa en el que pude destinar gran parte de mi tiempo a jugar con la porcelana, a experimentar y a adentrarme mucho más en este arte japonés.
«Me encanta la sensación de atención continua, la concentración, ¡meditación diría incluso!, el contacto total con la cerámica y cómo, poco a poco, colocando simples trozos de porcelana de una manera concreta voy conformando lo que finalmente será una flor».
De porcelana teñida a pendientes de porcelana
Como sabes, yo soy ceramista y joyera por lo que, obviamente, no me iba a quedar ahí, sacando la plancha con la flor y ya está, esto yo lo tenía que convertir en pendientes de diseño.
La «plancha flor» es una lámina de la que puedes extraer piezas. Mi inspiración para crear los pendientes de cerámica finales fue precisamente la composición de esa “flor”: las transiciones de color, los degradados, esos pequeños detalles… ir descomponiéndola… las flores se componen de pétalos… efectivamente mis piezas-pendientes tenían que tener forma de pétalo. Puedes ver en este video todo el proceso para crear las piezas de esta colección.
De ahí estas formas orgánicas alargadas que componen la colección de joyería de diseño Jana-bira.
¿Busqué yo el nombre o me encontró él a mí?
Una vez encontrada la forma perfecta para los pendientes de porcelana, llegó el momento de buscar un nombre que encajara con todo, con el nerikomi, con los dibujos que creaban los colores, con la forma de las piezas de cerámica… Y pensé que, si estaba utilizando una técnica artística japonesa para hacer los pendientes, el nombre de esta colección de joyería con porcelana también sería en japonés.
Jana-bira significa pétalos en japonés. Para ser más exacta, hana-bira es la transcripción de la palabra con la que se dice pétalos. Quizá estés pensando que tenía que haber escrito el nombre de la colección con h (Hana-bira), pero como esa h suena a j y como en castellano la h es muda, y yo quería que el nombre se pronunciara tal y como suena en japonés, decidí escribirlo como ha quedado: Jana-bira.
Pero a esta conclusión no llegué sola. Hace mucho tiempo, en la escuela de arte conocí a Kei, un chico de Japón que estuvo ocho años aquí estudiando arte y que ya entonces se convirtió en amigo. Con este proyecto ha sido además mi asesor lingüístico. Le fui mandando palabras en castellano para que las tradujera a japonés, después, cuadramos una llamada telefónica en la que me explicó todo el tema de la pronunciación y tras esa conversación ya tuve claro cuál sería el nombre de los pendientes.
Te cuento todo esto aquí porque justamente un blog es para eso, para contarte de una manera más amplia y profunda mis «divagaciones» sobre las piezas de joyería de diseño que elaboro.
Estas palabras que incluyo aquí abajo son las que aparecen en la tarjetita que acompaña a los pendientes Jana-bira cuando los compras.
Pero aquí cobran todo el sentido:
Todo comienza con una flor que hago en porcelana utilizando la técnica nerikomi. Esta técnica la comparo con cuando voy a hacer una ruta por la montaña. Andar por la montaña activa mi proceso creativo. Cuando voy caminando observo lo que tengo alrededor, las flores, los árboles, el cielo, la tierra por la que piso… estado de absoluta concentración; para mí es como una meditación activa.
Siempre está presente la incertidumbre porque nunca sabes cómo va a ser el final del camino hasta que llegas. Lo mismo pasa con la técnica nerikomi en joyería cerámica, hasta que no terminas el bloque y comienzas a sacar piezas no sabes cómo van a quedar. Posiblemente sea esto lo que hace que ambas actividades sean tan atractivas, emocionantes, que tengan esa chispa que me hace repetir una y otra vez.
Para ambas hace falta tiempo. Para que te hagas una idea, tardo 40 minutos aproximadamente en crear el bloque (teñir porcelana, amasar, seguir cada riguroso paso hasta componer la flor), después viene el repasado en húmedo, cocción a baja temperatura, repasado con lijas, cocción a alta temperatura… los procesos en porcelana son lentos. De la misma manera, necesitas tiempo para hacer una ruta de 20 km andando con 900 m de desnivel y no estamos hablando de andar por una carretera asfaltada, son caminos de tierra, con piedras, a veces hace calor, otras veces llueve o hace frío. Pero, ¿sabes qué?, a mí me encanta, me produce una gran satisfacción. Cuando termino la ruta llego agotada pero feliz. Ver el paisaje desde lo alto o mojar los pies en una laguna glaciar… siento casi la misma satisfacción cuando, después de semanas de trabajo con la porcelana, abro el horno y veo todos esos colores que han cambiado con el poder del calor.
Y por fin es cuando llega la calma.
Yo siento que tengo un vínculo especial con la naturaleza y es, precisamente, ese vínculo lo que he querido acentuar poniéndole a los pendientes de diseño que componen la colección nombres relacionados con algunos de los bosques o parques naturales que he atravesado en mis rutas.
Otros, simplemente, llevan el nombre del color que predomina en su tonalidad, que son colores que veo cuando estoy en contacto con la naturaleza.
Estos son todos los pendientes que forman la colección de joyería cerámica Jana-bira. Algunos colores ya están descatalogados, pero aún puedes encontrar y comprar varios modelos en la tienda online.
María me encanta saber todo esto, el proceso creativo, que algunas veces es muy claro y directo y otras tienes que rebuscar en ti y dejarte empapar d otros .
Cuando dices esto ,al tener una historia las piezas tienen otro sentido
Bravo , Enhorabuena y Muchas Felicidades